La vida útil de un colchón está en torno a los 8-10 años, pero algunos modelos están pensados para durar más.
También hay algunos factores que pueden influir en su estado a lo largo de los años, las condiciones ambientales, el peso y el material pueden acortar su vida útil.
Quizá no te des cuenta en un primer momento, pero un colchón que necesita renovarse puede afectar negativamente a tu estado de salud, provocar dolores de espalda y que no consigas tener un sueño reparador.
Por estos motivos te traigo una pequeña guía con los factores más importantes a la hora de decidir si ha llegado el momento de buscar un nuevo modelo de colchón.
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La edad del colchón
Como mencionamos antes, los especialistas recomiendan que nunca utilicemos el mismo colchón por más de 10 años. El paso del tiempo no perdona y en el caso de los colchones, los materiales tienden a perder propiedades y a deteriorarse rápidamente.
Aunque no lo utilicemos, el desgaste de los materiales puede ser progresivo, dependiendo del tipo de material con el que ha sido fabricado. Esto, puede que no lo veamos de momento, pero, al recostarte sobre él podrás notar que sale polvo o que las costuras no resisten; este es un claro ejemplo del deterioro del colchón.
El uso diario
Además del tiempo y los materiales de fabricación, el uso que le hemos dado al colchón también juega un papel importante en su durabilidad. Si has dormido sobre él durante un largo tiempo y ha pasado de generación en generación; funcionando como la cama de los niños o durmiendo con varias personas sobre él, totalmente seguro que su vida útil se acortará.
Igual que en el término anterior, el hecho de que no le hayas dado un uso continuo no significa que durará 20 años; pero, por supuesto, que, no se dañará tan rápido.
La deformación del colchón
El sobrepeso, dormir en pareja o dormir siempre del mismo lado, son algunos de los factores que pueden terminar en el hundimiento del colchón. La deformación comenzará (gracias a la gravedad) como la formación de un valle en el lado más ocupado del colchón; reflejándose al principio como pequeñas marcas u hoyos en la forma horizontal característica.
¿La consecuencia de estas deformaciones? Comenzaremos a tener molestias físicas o a buscar por un espacio disponible que no haga que nos levantemos adoloridos. El dolor cervical y lumbar puede deberse a un colchón deteriorado que necesita ser sustituido.
Otro signo de que algo no anda bien con la forma del colchón, es que, al moverte comiences a escuchar ruidos molestos de alambres; claro que, esto es un signo que podemos ver manifestado en colchones de muelles o con armazón interna.
Si duermes mejor en otro colchón
Si recientemente viajaste o te tocó dormir en otro colchón por casualidad, logrando despertar renovado y descansado, mientras que tu colchón solo te cansa, tienes una respuesta. Esto te mostrará directamente que tu colchón ya no ofrece las prestaciones que requieres para tener una buena noche de sueño.
Puede que tus necesidades hayan cambiado y necesites un nuevo colchón que te brinde el soporte y confort suficiente para descansar. Pero, de cualquier modo, el cambio es algo que debes considerar.
Un somier gastado
Cuando compramos un colchón, lo mejor siempre será cambiar toda la estructura de descanso al mismo tiempo; con excepción de la almohada, que tiene una vida útil de sólo 2-3 años. Si el somier tiene mucho tiempo de uso o comienza a fallar, lo más probable es que haya afectado también al colchón sobre él.
Tienes alergias
¿Has notado que al acostarte en la cama comienzas a estornudar? ¿Sale mucho polvo cuando sacudes el colchón? Esta es una señal de que hay alérgenos, ácaros y seres microscópicos dentro del colchón que pueden estar provocando alergias.
Este es un problema frecuente para quienes tienen colchones que no son hipoalergénicos, ni están fabricados en látex; por lo que, una limpieza no será completamente efectiva para eliminar estos molestos microorganismos de su superficie e interior.
La recomendación, si estás por comprar un colchón es a revisar el material con el que está hecho y seguir las instrucciones de limpieza del fabricante; pues, mantener el colchón limpio contribuirá.