A todos nos ha pasado que, al estar en la ducha, de repente, recibimos un chorro de agua fría o caliente que nos sobresalta. Una bajada de presión o simplemente alguien abriendo un grifo en otro lugar de la casa, será suficiente para que esto suceda.
Mantener la temperatura en el nivel indicado y prevenir que agua pase en alguno de los dos extremos es la función principal de los grifos termostáticos; que nos permiten abrir y cerrar el grifo, sin que cambie el caudal de salida o se altere la temperatura que corre.
Pero, ¿Cómo un pequeño grifo puede hacer esto? ¿Debería tener uno en casa? Ahora mismo tendrás la respuesta a estas interrogantes.
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¿Cómo funciona un grifo termostático?
Todos las llaves o griferías funcionan del mismo modo, con una o dos entradas de agua, comúnmente agua fría y agua caliente. En el caso de un grifo de ducha o fregadero, lo común, es que el agua caliente se mezcle con la fría para obtener una temperatura óptima; bien sea para remojar los platos o para tomar un baño.
Entonces, para regular la temperatura, vamos cerrando de a poco ambos grifos hasta obtener la temperatura correcta. ¿Cierto? Pues, con un grifo termostático se elimina este proceso de iteración y los desagradables golpes de calor o frío en cualquier momento.
En el interior de los grifos termostáticos se encuentra un mecanismo compuesto por:
- Un filtro y un cilindro metálico perforado
- Un par de juntas tóricas
- Un cilindro de nylon
- Una válvula térmica rellena de parafina
Todos estos elementos se ensamblan uno dentro del otro para lograr un sistema de estabilización de la temperatura. Al conectar el grifo, se deja pasar el agua (fría y caliente), y, esta, pasa por las ranuras internas del cilindro perforado, llegando al cilindro de nylon; para, finalmente entrar en contacto con la válvula de cobre.
El golpe de temperatura choca con la parafina en el interior de la válvula térmica (mecanismo termosensible), provocando que se dilate o se agrande; logrando empujar las paredes del cilindro, liberando la presión y manteniendo el paso del agua fría, hasta llegar a la temperatura elegida, para posteriormente dejarla salir. Bastante ingenioso, ¿No?
La reacción interna dentro del grifo termostático es prácticamente automática, permitiendo un control rápido de la temperatura; especialmente útil, cuando tenemos niños en casa y queremos evitar accidentes.
Ventajas y desventajas de un grifo termostático
Temperatura
Como venimos comentando desde el principio, el control que ofrecen estos aparatos garantiza una ducha sin sobresaltos. Olvidándonos de las interrupciones accidentales cuando se mezcla el agua fría y la caliente; además, elimina el problema de tener que esperar que alguien termine de ducharse para abrir el grifo en cualquier parte de la casa.
Ahorro de agua
Al regular la salida del agua, estas griferías contribuyen con el ahorro del consumo normal de agua; ya que, el caudal deseado saldrá únicamente cuando el agua tenga la temperatura correcta. No será necesario dejar la llave abierta hasta que caliente como debe ser, significando un ahorro directo.
Menor consumo energético
Al igual que en el tema de ahorro en caudal de agua, también conseguiremos ahorrar en términos del gasto energético del hogar.
¿Cómo? Pues, se tendrá agua saliendo a una temperatura constante, sin necesidad de subir la temperatura en el proceso y hacer trabajar de más al calentador; por consecuencia, la energía consumida será menor y se verá claramente en la factura de energía.
Estética
Para los amantes de la decoración que buscan tener piezas que combinen con sus espacios y el estilo elegido para el ambiente, este es un check. Los grifos termostáticos son modernos, por lo que, el ámbito estético estará completamente cubierto dentro del baño o cocina.
Además, este tipo de grifos está disponible en todas las presentaciones que podamos imaginar. Siendo posible encontrar grifos termostáticos para lavabo, fregadero y hasta columnas de ducha. Todo ello, una garantía de que encontraremos la pieza adecuada para nuestro estilo y necesidad.
Precisión
Estas griferías son sistemas calibrados en fábrica en 38°C con un tope de seguridad en caso de fallos. Una iniciativa regulada que nos permite evitar todo tipo de accidentes en el hogar, cuando hay niños o personas mayores cerca del grifo.
Por supuesto que puede subirse la temperatura, pero, para ello, necesitaremos presionar un botón de seguridad y girar toda la llave. Algo que, solo podrá hacer efectivamente quien sepa cómo manejar el grifo.
Seguridad ante interrupciones
Con todo lo dicho anteriormente, existe otro precinto de seguridad incluido con este tipo de griferías en caso de desperfectos.
Por ejemplo, si se interrumpe el suministro de agua fría, el sistema interno se parará automáticamente y cortará el paso de agua caliente; por lo que, se elimina el riesgo de salida accidental de agua a altas temperaturas y el riesgo que supone su contacto con la piel.
Desventajas de su uso
Pese a sus grandes ventajas y facilidad de uso, el precio de este tipo de griferías suele ser elevado; superando al de aparatos más sencillos como los monomandos. Lo cual, si miramos de forma objetiva, se amortizará en términos de ahorro energético y agua a largo plazo; pero, que, puede resultar problemático para algunas personas.
Por otro lado, la instalación de este tipo de grifos debe hacerse de forma profesional si es posible. Ya que, su sistema de seguridad y correcto funcionamiento depende principalmente de que las tuberías se hayan purgado adecuadamente al instalarlo.
¿Por qué? Pues, el sistema termostático es muy sensible a la suciedad, pudiendo ocasionar obstrucciones y desperfectos en el transcurso del tiempo.