Sin duda alguna, las ventajas de vivir en una casa de campo o simplemente tener una casa en un entorno meramente rural, está lleno de ventajas en lo que a calidad de vida se refiere.
Pero, estas casas suelen estar ubicadas en zonas donde la humedad, el viento y las bajas temperaturas hacen que se necesiten sistemas de calefacción eficientes para mantener el calor en todas las habitaciones.
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Desde siempre, el fuego se ha utilizado para calentar estancias y hogares; pero hoy en día, también hay que tener en cuenta los sistemas de calefacción eléctricos, que son cada vez más eficientes y una opción a tener en cuenta para casas grandes y de campo
Son muchos los tipos de sistemas de calefacción móviles que podemos ver en el mercado, unos más actuales que otros, gamas altas y bajas, modelos variados, etcétera. No se trata de elegir el que más dinero cueste, sino, el mejor se adapte a tus necesidades; por lo que, hoy vamos a contarte algunos de los sistemas de calefacción más efectivos y sus principales características.
Sistemas de calefacción de gran utilidad
Suelo radiante
Si la casa en la que queremos instalar la calefacción posee una sola planta, este es un sistema que puede traer una gran cantidad de beneficios. Consiste en una especie de red formada por tuberías, ideada para pasar por debajo del suelo, que va calentando de abajo hacia arriba cada habitación.
¿Cómo calienta? Pues, los tubos que están bajo el suelo se llenan con agua que circula a unos 40°C y la temperatura se mantiene todo el tiempo; logrando llevar un calor homogéneo en cada estancia.
Su principal ventaja, además de ser un sistema que no requiere monitoreo constante y que no está a la vista, es que, suele ser muy silencioso al trabajar.
También, se agradece una distribución de calor que comienza en el suelo, pues, los pies se mantienen calientes en contacto con la suave calidez del suelo; mientras que, una temperatura más fresca se mantiene a la altura de la cabeza.Eso sí, es un proceso que requiere una alta inversión económica, pero que rinde frutos a largo plazo.
Estufas de pellets
Si una gran inversión en un sistema de calefacción no es algo que te interese de momento, las estufas de pellets pueden ser la solución. Cuentan con un funcionamiento automático; donde, a través de un circuito eléctrico, el aparato comienza la combustión de pequeños pellets de madera para llevar calor a todas partes.
Su salida de humos suele ser menor a los espacios de las chimeneas comunes, por lo que, no será necesario invertir demasiado en adaptación e instalación; y, el humo en sí mismo, no sale hacia las habitaciones en ningún momento, así que, no será incómodo para nadie.
El combustible utilizado es económico, ecológico y retribuye cualquier inversión que hayas hecho en comprar una estufa de alta gama.
Sistemas geotérmicos
Lo primero que hay que saber sobre estos sistemas, es que, aprovechan el calor absorbido por la tierra para llevar calor hacia cualquier lugar.
Se trata de una tecnología completamente renovable y muy eficiente, que implica una considerable inversión; pero, con las ventajas de un sistema que durará por mucho tiempo con mínimo impacto.
Su eficiencia está entre el 300-500%, ya que, no calientan por sí misma, sino que, mueven el calor hacia donde se necesite. Está prácticamente libre de emisión de gases contaminantes a la atmósfera y no implica ningún proceso de combustión.
El aislamiento que posee la casa es importante
El concepto de aislar térmicamente un espacio o una vivienda, tiene que ver con aumentar la resistencia de la estructura a la variación brusca de temperatura. Muchos lo asocian directamente con la pérdida de calor, pero, también tiene que ver con pérdidas de frío; por lo que, se asocia como la variación involuntaria de temperatura en general.
Es un proceso que consiste en instalar o adecuar importantes zonas de la casa, como, la fachada, para evitar la pérdida de temperatura en invierno.
¿Te has preguntado por qué en invierno la factura de electricidad va en escalada? Esta es la consecuencia del frío en casa, sumado con la pérdida irremediable de calor a través de paredes, puertas, suelos y ventanas; la cual, pone a trabajar siempre en sobremarcha la calefacción que tengamos y, por ende, aumenta el consumo eléctrico.
Desde el punto de vista energético, invertir en aislamiento, reducirá considerablemente el gasto eléctrico inmediato que implica la calefacción eléctrica.
Sin importar el sistema de calefacción que se instale, casi seguro utiliza una fuente de poder eléctrica, cuya única excepción son los que aprovechan energías renovables.
Además de reducir la factura eléctrica a fin de mes, el aislamiento mejora el confort de todos dentro de la casa; contribuyendo a mantener temperaturas mucho más sutiles en las habitaciones, eliminando las condensaciones y las molestas manchas de humedad que suelen aparecer en las paredes.